En Panamá hay un dicho popular que se refiere, en forma jocosa, a los miles
de pájaros de carroña o de presas que inundan cada cierta temporada los aires
de nuestro país: “Ven esos cúmulos negros en el aire, son nuestra fuerza
aérea”, sumado a ellos están las diversas especies de aves nacionales que viven
libremente en el territorio panameño.
El istmo es un punto de encuentro de las aves migratorias que durante los
meses de octubre a noviembre se adueñan de los cielos quedándose por espacio de
un breve tiempo en muchos de los bosques, o en los mangle ubicados a lo largo
de la costas, para reponer energía y así continuar su viaje hacia el sur.
Además este es un país con una gran versatilidad de especies de aves, 970
aproximadamente. La sociedad Audobon lleva un recuento de este fenómeno, y ha
dispuesto un observatorio de aves en la cima del Cerro Ancón en Panamá donde
proceden a contabilizar estas aves migratorias. Este año registró que un total
de 500 mil aves habían pasado por Panamá.
La República de Panamá cuenta con once parques nacionales entre bosques
tropicales conocidos como: Altos de Campana, Coiba, La Amistad, Camino de
Cruces, Darién, Soberanía, Cerro Hoya, el Golfo de Chiriquí, Volcán Barún,
Chagres, e Isla Bastimento.
En cada uno de estos parques se pueden apreciar la variedad de aves que
pueblan el istmo de Panamá. Uno de los sitios preferidos por los amantes de la
naturaleza, y de avistamientos de aves es el Camino del Oleoducto, el cual se
encuentra en el Parque Nacional Soberanía, en la provincia de Colón. En este
sitio se pueden observar una buena parte de las especies de aves existentes en
el istmo.
Si desea usted conocer más sobre este apartado, es bueno que consulte con
su agencia de viaje, las más reputadas pueden ofrecerles un guía especializado
quien puede darle información definida de las aves que se observan, sus cantos,
migraciones, hábitat, entre otros, así como hacer de su estadía en nuestro país
muy grata y agradable.