jueves, 15 de mayo de 2014

Una experiencia aleccionadora

La otra cara del 4 de mayo

           
Participé como jurado de mesa en el pasado torneo electoral en Panamá con el ánimo de vivir esta experiencia, y quiero hacer algunas observaciones que compete al mecanismo del cómo se lleva a cabo el escrutinio de los votos, sin desmeritar el enorme trabajo realizado por funcionarios, y ciudadanos que nos dieron una fiesta democrática donde el pueblo dio su veredicto final en contra de la corrupción, y las campañas sucias.
            El inicio de la votación es a la siete de la mañana, hora antes el equipo del jurado de mesa ya se ha instalado. Esto requiere una serie de trabajos previos a su inicio sin contemplar la posibilidad de que uno o varios de los integrantes lleguen tarde a la instalación de la mesa, y sin permitir extender el tiempo para subsanar las anomalías.
            Una hora no da tiempo para preparar el salón de votación,  y verificar todos los materiales que se necesitan para el evento: actas, papeletas, organigramas de votación, carteles de conteo público de resultados, ter, entre un mundo de utilería necesarias para su normal desarrollo. La votación transcurre de 7:a.m  hasta las 4:p.m., normalmente.
            Luego se inicia el de conteo de los votos. El secretario de mesa comienza a llenar las actas para presidente, para diputados, para alcalde y representantes, o concejal, cada una con sus respectivas copias según se van dando los resultados. Pese a que se les da un seminario de preparación previo de 8 horas para esta labor, tanto el secretario, el vocal, el auxiliar, y el presidente de mesa normalmente no son personas con experiencia sobre el asunto donde, por ejemplo, la preparación de las actas puede demorar el conteo por la cantidad de papeleo que esto conlleva.
            El problema de la quema de las boletas es otra cuestión, creo que empresas deberían ser invitadas para reciclar esta enorme cantidad de papeles, y darle un nuevo uso, así mismo con el alto volumen de propaganda que genera la contienda. Volviendo al conteo, el mismo es tedioso ya que debe ser cantada cada una de las boletas de votación de las distintas urnas. El proceso es extenuante, y se lleva una buena cantidad de horas dependiendo del total de votantes.
            Este, y otros métodos utilizados, como la infraestructura para votar es muy artesanal, y de épocas superadas, no parece que estuviéramos viviendo en el siglo XXI donde la tecnología es utilizada a diario en toda actividad humana. Sí gran parte de este proceso se mecanizara se estaría ahorrando toneladas de papeles, ayudando al medio ambiente, y así hacer más ágil el escrutinio de los votos. Considero que se debe simplificar aun más el proceso pues contamos con la tecnología para ello. Más de 12 horas nos tomó el conteo de los votos. Fue una experiencia muy satisfactoria, máxime cuando el electorado se inclinó por la retoma al fortalecimiento de la vía democrática del país, y de sus instituciones.