sábado, 30 de agosto de 2014

Turismo ecológico


Las tortuguitas salen del nido

            Una de las bondades de la naturaleza con la cual pueden toparse en su viaje a Panamá es la posibilidad de presenciar de manera directa el desove y luego el nacimiento de las tortugas quienes luego de viajar miles de kilómetros buscan el mismo sitio donde nacieron contribuyendo así al ciclo generacional que llevan a cabo desde los primeros tiempos en que aparecieron sobre la tierra. Ellas luego de 20 años de ausencia llegan a estos sitios donde dieron sus primeros pasos en su ruta al mar.

            En su segundo viaje, Cristóbal Colón relató su admiración por la gran cantidad de quelonios que observaba en el mar. “El mar estaba denso de tortugas y eran de las más grandes”, diría en esa oportunidad el descubridor. Las costas panameñas son favorecidas con la llegada cada año de miles de ellas a sus playas para desovar los cientos de huevos que cada una de ellas portan en su interior.
            Hoy luego de más de quinientos años, organizaciones ecológicas luchan contra los depredadores, humanos y animales y evitar así la extinción de este hermoso animal marino. Voluntarios dedican noches enteras para poder ver cómo estos animales llegan a la arena a desovar, pero cientos de personas también compite con ellos para apropiarse de estos huevos para luego comercializarlos. Varios estudios han demostrado que en estas últimas décadas la población de tortugas marinas está disminuyendo colocándoles en serios peligros de extinción. Las malas prácticas de pesca comercial, la contaminación de los mares, la destrucción de las zonas de anidamientos no solo por el avance del desarrollo sino porque su carne y sus huevos son apetecidos por el comercio la exponen al exterminio total.

            Los ambientalistas empeñados en la conservación de su habitad así como de intentar salvar a las tortugas, desarrollan proyectos de ecoturismo con el fin de que miles de personas en el mundo se conciencien de la necesidad de adoptar políticas públicas para su conservación. En este sentido existen 92 sitios llamados zonas de anidamientos en 43 países, y el turismo de avistamientos de tortugas viene creciendo considerablemente. Se tiene cifras de que unas 175 mil personas se mueven en todo el ámbito mundial para participar en tours que entre otras cosas ofrece la posibilidad de presenciar la alocada carrera de las tortuguitas por alcanzar el mar.
            Panamá no escapa a esta experiencia de ver la postura y luego el nacimiento de las tortugas donde las agencias de viajes organizan tours para esas épocas del año desarrollando un turismo responsable salvando en cada período una buena cantidad de huevos de tortugas que de no ser así serían comercializadas como alimentos o comidos por los animales. A pesar de esto, el peligro de estos quelonios no se acaba aquí, pues la naturaleza se encarga de evitar su proliferación, y las adultas son esperadas en su recorrido por el océano Pacífico para capturarla y luego comer su deliciosa carne. No dude en tomar una excursión que ofrezca la oportunidad de vivir esta experiencia, única en su vida constando a la agencia de su preferencia en su viaje a Panamá.

            

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