jueves, 29 de agosto de 2013

El transporte, hacia un cambio radical en Panamá

Diablo Rojo en la ciudad de Panamá
Una de las costumbres que resaltaban ante la vista de los turistas a su llegada a Panamá eran las pinturas expuestas en los buses urbanos llamados “diablos rojos” en donde sus dueños entregaban todo el espacio posible para que artistas panameños puedieran plasmar sus creaciones.
Con la construcción de vías que acogerán al metro de Panamá y a modernos buses, esta característica propia del paisaje cultural panameño desaparecerá, calculándose para el mes de agosto del año 2013 su total extinción dejando sus rutas a un transporte mucho más eficiente como los existentes en otros lares.

Breve reseña histórica del transporte público en Panamá

Durante el gobierno de Dr. Arnulfo Arias Madrid en 1940, se eliminó “el sistema de tranvía que prestaba servicio en la capital desde principios del siglo XX”. Al suprimir este servicio se instauró la modalidad de rutas de autobuses dando las concesiones a sectores privados.
El Gobierno del General Torrijos (1968-1981) también asumió el problema del transporte que para ese momento era ineficiente, y donde existían unas chivitas, decoradas con vistosos colores, cuya carrocería era de madera y o de metal.
Chivitas que quedaron en el pasado
Esto obligó al gobierno de ese entonces a hacerse cargo de las concesiones de rutas que le pertenecían al Estado panameño y dárselas a los propios conductores, creándose leyes que permitían la importación de buses, en primer lugar provenientes de España y luego los de tipo escolar provenientes de los Estados Unidos, realizándoles un arreglo total.

Obras de arte expuesta en los “diablos rojos”

No hay mucho registro de esta historia, dicen que se remonta a 1973-1974 que es cuando llegan los buses españoles, de muy corta duración en las calles panameñas bajo la denominación de CUTSA para luego dar paso a los llamados “diablos rojos”.
Los dueños de estos buses heredaron la costumbre de pintarlos y decorarlos con temas que les parecían más apropiados al momento o se identificaban con ellos al estilo de las antiguas chivitas.

De esta forma, una buena cantidad de artistas plásticos hicieron de estos buses sus lienzos pintándolos y dándoles una nueva cara a sus vetustas carrocerías y, en las ciudades de Panamá y Colón, proyectaron una nueva imagen al paisaje cultural citadino.
Así, los buses reacondicionados y pintados se adueñaron de las vías. Hicieron y deshicieron a su antojo por más de cuatros décadas, escenificando todo tipo de atropellos, lo que les valió el mote de los “diablos rojos”, un calificativo muy popular que los describe merecidamente dado su accionar por la historia de Panamá.

Los temas de las “chivitas” de inicio de la República de Panamá

En 1974, un ensayo escrito por Julio Arosemena Moreno, en la Revista Lotería, edición nº218 de abril de ese año, dio a conocer a través del trabajo de la cátedra universitaria de Folklore, la recolección de 1,783 rótulos y 337 pintura producto de la labor de estudiantes que se dedicaron a registrar esta práctica para la historia.
En ese entonces, en mayo de 1973 se estaba esperando la importación de modernos buses españoles, lo que motivó la investigación debido a la “inevitable renovación del equipo rodante” lo que obligaría “el desplazamiento de las chivas y busitos”.
Las chivas o busitos eran pintados de vistosos colores y paisajes, y por ello, el profesor inició la “urgente tarea de recolectar este rico filón de elementos y rasgos culturales que por años ha dado personalidad-identidad o carácter propio”, a cada uno de ellos, según nos ilustra Arosemena Moreno, quien lo calificó como parte del folklore urbano.
Para el catedrático, el folklore urbano se encuentra “expuesto a una brusca desaparición o transformación, que por su rapidez no permite su recolección con la amplitud necesaria”.

Una diversidad de temas en las pinturas de los buses “diablos rojos”

Los temas encontrados en estos buses “diablos rojos” van desde los románticos: los nombres escritos de las novias, o los familiares; los de orden históricos, como la Torre de Panamá Viejo; los que tratan temas del acontecer internacional; los referentes a alguna situación especial, como la visita del Papa a Panamá; los de figuras épicas, o de dioses del Olimpo; otros hacen referencias a figuras o película, incluso personajes de tiras cómicas, entre una gama mucho mayor de temas pintados.
Es a través de los rótulos y pinturas como se puede conocer aspectos lingüísticos del medio panameño, el cual es muy variado, donde encontramos regionalismos, panameñismos, la deformación intencional o por desconocimiento de la lengua, la influencia creativa de letra y número, los problemas fonológicos, entre otros.
Son parte de una fuerte interrelación”, afirma Arosemena Moreno sobre los rótulos y pinturas, debido a que es la “búsqueda del equilibrio, aspirando el encuentro del hombre consigo mismo, la sociedad en que vive y el ambiente natural e histórico que le sirve de marco de referencia”.
“El arte de murales rodantes, diferente del que el mundo occidental moderno suele entender, es un arte propio que corresponde a las características históricas y sociales en que surge y a los propósitos de la comunidad que lo hace posible”, explica el profesor de Folklore
En cierta forma los panameños y extranjeros verán la desaparición, poco a poco, de estos trabajos artísticos rodantes que eran motivo de halagos y probablemente lo más valioso de este tipo de transporte público, mientras a otros criticaban o les escandalizaba la música, la presencia del “pavo” o la velocidad con que recorrían sus rutas, propio del paisaje citadino panameño que, producto de la modernización del trasporte, desaparecerá.





Panamá moderniza vías de comunicación

Al llegar a Panamá el visitante encontrará un caos total en su red vial producto de los diversos proyectos en construcción para adecuar los accesos a la ciudad con miras a lograr un mejor tránsito. El programa de modernización abarca desde un cambio total de la dotación de los buses que recorren toda la ciudad, la construcción de un moderno Metro, el primero en Centroamérica, junto con el avance del programa de ampliación del Canal de Panamá, los puertos, y se agrandan la capacidad de los aeropuertos.
Ayer y Hoy dos épocas encontradas

La construcción de Metro de Panamá avanza sin tropiezos

A un costo que sobrepasa los mil ochocientos millones de dólares el Gobierno panameño se embarcó en la construcción del Metro de Panamá, una moderna vía cuyo principal objetivo es lograr la movilización rápida y oportuna de millones de trabajadores. Durante 38 meses duraran los trabajos de construcción el cual se inició el pasado 7 de diciembre del 2010 y esperan terminar en el año 2013.
El ingeniero Roberto Roy es el que tiene bajo su responsabilidad la significativa obra de infraestructura. En diversas declaraciones ha señalado que esta es una obra de gran significado para el país y que traerá grande satisfacciones a los panameños y a sus visitantes.
El consorcio Línea Uno conformado por la empresa brasileña Ordebrecht y FCC de España, país con una gran experiencia en este tipo de transporte, es la encargada del proyecto los cuales han augurado que para finales del año 2013 concluyan los trabajos de construcción del metro.
Este sistema ha sido diseñado para acoger a unos 57 vagones de trenes. Iniciará operaciones con 19 trenes con tres vagones cada uno, y cada vagón podrá transportar a unas 200 a 250 personas. Estos vagones están siendo construidos por la experimentada fábrica francesa Alstom.

 

Trabajadores de todas partes contribuyen en su construcción

Como toda obra de gran envergadura en Panamá no podía faltar la mano de obra calificada extranjera la cual estuvo en la construcción del ferrocarril interoceánico 1850, del Canal Francés, 1880 y luego durante la construcción del Canal por parte de los norteamericanos, 1914. Miles de personas de todas las nacionalidades llegaron para sus construcciones, y la obra del primer metro de la ciudad de Panamá no es la excepción.
El 90 por ciento de los trabajadores son panameños, mientras el 10 por ciento es extranjero, son el soporte laboral de técnicos e ingenieros de esta magna obra cuya fuerza está estimada en unos 3,500 profesionales que tienen que ver con su construcción. En los diferentes escenarios donde se desarrolla esta obra de ingeniería del metro de Panamá están trabajando profesionales de 27 naciones, muchos de ellos provenientes de sitios tan lejanos de este país como Malí, el Congo, Marruecos, Guinea, en África o de Australia. Algunos proceden de Polonia, Alemania, Rumanía, Dinamarca, Portugal, Italia, Francia, y España. Mientras otros provienen de diversas partes de América.
Avanza a buen ritmo para beneficio de los panameños y visitantes
Actualmente la obra de construcción del metro de Panamá tiene un avance de 54 por ciento y ya se ha desembolsado la suma de más del 60 por ciento de su costo. Esta obra cuenta con estaciones subterráneas a lo largo del trayecto. Las estructuras de las estaciones subterráneas fueron hechas por dos tuneladoras, “Marta” y “Carolina”, construidas por la empresa alemana Herrenknecht especialmente para este proyecto tomando en cuenta el tipo de suelo existente en Panamá.
En sus 13,7 kilómetros contará con 12 estaciones: 5 elevadas y 7 subterráneas cubriendo de esta manera en su recorrido sitios de mayor demanda de transporte público en esta ciudad, estimándose que cuando entre en operación beneficie a más de un millón de personas quienes podrán trasladarse en forma rápida y segura a sus lugares de destinos.
En conjunto con la ampliación del Canal de Panamá, el cambio del servicio de bus citadino a uno más cómodo y con aire acondicionado, la construcción y ampliación de los principales aeropuertos, país que contará prontamente con 5 aeropuertos de categoría internacional, así como las inversiones en los puertos, y carreteras hacen prever que la modernización de las infraestructuras viales, aéreas, y portuarias no solo beneficiará a la población panameña.
Vía aérea del Metro de Panamá
Panamá está recibiendo cada año a millones de turistas que visitan sus islas y playas, así como también hacen trasbordo pues desde ahí pueden ir o llegar a más de doscientos lugares en el orbe; de esta forma el país se prepara para ser considerado el “hub” de las América conectándose con las principales ciudades del mundo, es un área de negocio debido a su centro bancario, sirviendo a un número muy creciente de personas que buscan destinos nuevos y con todas las comodidades de la vida moderna.
En su visita a Panamá como turista, usted se topará con una novedad, su estadía estará asegurada por el país pues se le dota de un seguro de vida gratuito a su entrada, y además podrá encontrar que la infraestructura vial es una de las más modernas del área posibilitando su movilización oportuna y rápida a los sitios de su interés. Panamá es un centro de compras, apropiado para el visitante que busca lo mejor, especialmente para esta época navideña que se aproxima.

martes, 27 de agosto de 2013

Un Gehry en Centroamérica

Un ícono de la arquitectura mundial reconocido por sus magníficas edificaciones de nombre Frank Gehry está construyendo, en la parte más angosta del Istmo centroamericano, el Biomuseo de la biodiversidad, cuyo tema principal es dar a conocer el surgimiento del Istmo de Panamá y sus efectos colaterales en el mundo, teniendo como fecha tentativa para abrir en el 2013.
Entre las obras de éste renombrado arquitecto se encuentra el vestíbulo del DG Bank, obra construida al lado de la puerta de Brandemburgo, en Berlín, Alemania en la Pariser Paltz. Otra de sus construcciones es el Museo Guggenheim Bilbao dedicado al arte contemporáneo, está también la Sala de Conciertos Walt Disney en los Ángeles, Estados Unidos, o la Casa Danzante, en Praga y muchas otras más que lo han hecho famoso por su notable y controversial arquitectura.
Su línea arquitectónica es criticada por algunos mientras otros alaban su trabajo. Es una labor que busca integrarse con el entorno donde se erige, según manifestara el propio Gehry en una de sus declaraciones a los medios. El Biomuseo estará en la entrada del Canal de Panamá, a orillas del Océano Pacífico en Amador.
En una entrevista realizada por Mercedes Gallego que aparece en Internet en el “Correo digital” sobre el Guggenheim, al ser preguntado Frank Gehry ¿Cómo él quiere que la gente se sienta dentro de su edificio? expresó: “Quiero que se sientan bien, cómodos, de buen humor, estimulados, inspirados. Quiero que cuando vayan a escuchar un concierto el edificio les ayude a conectarse con los músicos. En el caso de un museo quiero que sientan la conexión con la ciudad en la que está”.
El Biomuseo de Gehry es impulsado por la Fundación Amador, una ONG integrada por profesionales istmeños la cual cuenta con el respaldo del gobierno panameño, así como de importantes instituciones científicas y culturales, como el Smithsonian, este último de larga trayectoria en América dedicado a la investigación del trópico.
La intención del Biomuseo es buscar un cambio de actitud frente al cómo vemos, entendemos, y conservamos nuestro ambiente. Panamá debido a su compleja historia y gran concentración de especies se ha convertido en un laboratorio para el estudio de la evolución de la vida.

Una vista muy atractiva a la entrada del Canal de Panamá

Compuesto de ocho galerías dispuestas en unos cuatro mil metros cuadrado, diseñadas por Bruce Mau Design, los visitantes a este museo serán motivados a tener un papel más activo en la búsqueda de respuestas sobre su entorno mediante una serie de modelos funcionales, llamados mecanismos de asombro, que ayudan a transmitir las ideas científicas de manera accesible.
Con ello se busca dar a entender que existe una correlación entre el arte y la ciencia, un punto de encuentro según sus creadores, creando un impacto visual y físico inmediato, útil para transmitir el concepto primario de cada sala provocando sensaciones inolvidables. Cada galería a pesar de su diversidad temática estará interactuando con el visitante inculcándole ideas de acuerdo al argumento.
La historia sobre las maravillas del planeta, y la importancia de cuidar el medioambiente estarán a cargo de científicos del Smithsonian Institute de Washington y de la Universidad de Panamá. El color es una de la características de la obra que nos presentará en Panamá, pues así está contemplado en la maqueta del edificio, un conjunto de acero inoxidable y aluminio, bañados en vivos colores lo que le dará una vistosidad única en medio de los dos océanos.

Las diversas galerías del Biomuseo de Gehry en Panamá

En su visita al museo de Gehry en Panamá encontrará la galería de la Biodiversidad, una muestra de la increíble abundancia y variedad de la vida en la Tierra. La galería “Panamarama”, hará comprender la vasta biodiversidad que forman comunidades de seres vivientes complementadas con pantallas que proyectarán las maravillas naturales de Panamá.
Otra de la galería será, “El puente surge”, historia del levantamiento del istmo de Panamá en donde se podrá ver y experimentar junto a tres esculturas tectónicas de catorce metros de altura la geología mundial. La galería “El gran intercambio” mostrará los cambios significativos que en materia biótica se dio luego de que el istmo de Panamá se cerrara del todo provocando cambios radicales en la vida terrestre.
“La huella humana”, es una galería donde se observarán dieciséis columnas que narrarán la historia de la presencia humana en el istmo y sus interacciones con los escenarios naturales de Panamá a lo largo del tiempo, en un espacio al aire libre. Otra de ellas nombrada “Océanos divididos”, es la historia de la separación de los dos grandes océanos en momentos de que surgió el istmo de Panamá haciendo cambios sustanciales en la vida del planeta. Esta galería contará con dos acuarios semicilíndricos enormes dando de esta forma un panorama de lo ocurrido en esa época.
También se podrá apreciar la importancia de preservar la vida en la galería “La red viviente”, donde plantas, animales, insectos y microorganismos interactúan formando una trama existencial donde todo está conectado unos con el otro, dimensionando su importancia para la vida en el planeta.
Otras actividades colaterales servirán de apoyo para recrear todo el conocimiento humano en materia de la Biodiversidad donde tanto el turista nacional como internacional podrá experimentar sensaciones que solo en la extensa biodiversidad del istmo de Panamá podrá encontrar, así como su nexos con el resto de la vida en la Tierra haciendo que su visita al museo sea un recuerdo único que perdurará toda la vida.


domingo, 25 de agosto de 2013

Tagua, artesanía indígena en Darién

Un árbol parecido al marfil
Conocidos con el nombre científico de “Phytelephas macrocarpa”, “Phytelephas seemannii”, o “Phytelephas Aequatorialis” de la familia Arecaceae, la tagua es un árbol que crece en zonas montañosas y húmedas en Panamá, Colombia, Perú, Ecuador y Brasil, cuyo designación varía según el sitio donde se encuentre.
El desarrollo y proceso de germinación de la tagua se da en forma natural y necesita unos quince años para dar frutos. En ciertos lugares de Suramérica, la harina de tagua es utilizada como alimento para el ganado, cerdo o aves.
La tagua es una palma que alcanza un máximo de dos metros de altura. Produce frutas del tamaño de un balón de baloncesto, y cada cápsula está provista de 20 a 30 semillas que se endurecen al madurar.
La semilla es recolectada por los campesinos y luego que la fruta está madura se corta y se espera de 8 a 15 días para su desprendimiento total de la pulpa. Luego de que se seca la tagua, se procede a su distribución clasificándolas de acuerdo a su tamaño.
Proceso de tallado de la tagua
Los indígenas panameños Emberá-Wounaan de Darién trabajan las semillas, realizando verdaderas obras de artes mediante un proceso de tallado a mano, luego de ello se procede al lijado y pulido de las piezas, realizándoles al final un “curetaje” para evitar que se apolillen. Las figuras son representaciones zoomórficas del mundo natural en que viven.
Los artesanos, especialmente los indígenas, se las ingenias en ofrecer cada vez más una variedad de diseños y colores haciendo copias idénticas a las encontradas en la naturaleza. Es como recrear un momento real en la vida de un animal, hecho con precisión y con muchos detalles, así como ofrecer una gran variedad de objetos.
La deforestación está amenazando el área donde crece la palma de tagua, principalmente en Panamá y en América Latina y a los artesanos se les hace difícil ubicar esta planta, lo que los obliga a internarse cada vez más en las altas montañas.
La explotación de la tagua
La tagua como producto comercializable se explotó durante la época colonial cuando los españoles, a su llegada al continente, comenzaron a utilizarla para hacer botones, mangos de paraguas y bastones, pipas, teclas para pianos, juegos de ajedrez y toda una gama de utensilios, utilizando las versatilidades de esta semilla.
Los mercados de mayor consumo son los Estados Unidos y Europa a donde se exportan en grandes cantidades. El descubrimiento del plástico en los años 30 del siglo pasado logró un poco alejarlo del comercio, utilizándose únicamente en la industria de la joyería y de la alta costura. Sin embargo en la actualidad ha subido la demanda debido a su utilidad para la confección de artesanías, joyas y otras aplicaciones.
Esto obedece a la alarma causada por los derivados del petróleo y su daño colateral al ambiente, además de las medidas tomadas en la prohibición de cazar los elefantes o rinocerontes, animales en peligro de extinción cuyos cuernos eran la materia prima del marfil en el mundo.
Un proyecto para domesticar la tagua
El interés económico que ha despertado la tagua en este siglo XXI ha hecho que los países realicen investigaciones para poder cultivarla y así poder industrializar sus productos.
Panamá, quien se sumó tarde a esta comercialización ha logrado perfeccionar a través de su población indígena Emberá-Wounam recrear figuras muy elaboradas de la vida de los animales en el bosque, los cuales son muy cotizados por los turistas a la hora de visitarlos en sus propias aldeas.
Debido a esto, empresas europeas han adelantado negociaciones con el gobierno panameño para instalar una procesadora de tagua en las selvas del Darién. Se ha sumado a la investigación el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, auspiciado por la Organización de Maderas Tropicales con sede en Japón, para cultivarla fuera de la zonas selváticas donde crece con el fin de domesticarla.
El proyecto plantea el estudio de la tagua para conocer así su ciclo reproductivo y las posibilidades de cultivarla fuera de su entorno natural, el cual está cada vez más amenazado producto de la deforestación que se registra en su hábitat.
El estudio busca, además, lograr la explotación sostenible de la tagua en Darién, donde los principales beneficiados serán los indígenas de este territorio a la par de identificar, en el bosque, productos no maderables para su explotación como lo son las resinas de los árboles, semillas, frutas, fibras, arbustos medicinales, entre otros.
Stanley Heckadon, investigador y científico panameño encargado del proyecto por el Smithsonian dijo “que el bosque todavía es desconocido para la ciencia ya que de las 1 500 especies de árboles que hay en Panamá, sólo 50 han sido estudiadas a profundidad”.


Rubén Blades, un ícono de la música latina

Rubén Blades cantante, compositor, y actor es uno de los más renombrado artista panameño cuyo accionar le ha permitido obtener una gran cantidad de trofeos, y menciones honoríficas gracias a su creativo trabajo musical, cultivando grandes éxitos que lo han llevado a obtener varios Grammy de la música latina.

Rubén Blades y su música “crónicas urbanas”

La vida artística del cantante panameño, Rubén Blades, inicia tocando temas con influencia rocanrolera otros dicen que emulaba los éxitos de Frank Sinatra hasta destacar en la música de salsa, con un alto sentido de crítica social, para ser escuchada y bailada.
En su estilo encontramos diversas corrientes musicales, como merengue, salsa, salsa sensual, o aquellas donde prácticamente se ha destacado conocida como, crónica urbana, entre otras.
Es en los Estados Unidos donde comienza su carrera de éxitos, con el conjunto de la Fania All Stars, grabando “From Panama to New York”, con Pete “El Conde” Rodríguez, para luego con Johnny Pacheco y otros. Graba, “Barreto”, 1975, “Los muchachos de Belén”, 1976, “Juan Pachanga”, 1979, “Sin tu cariño”, 1978, “Prepara”, 1979, y “La palabra adiós”, 1980.
Entre otras de sus producciones vemos las realizadas con el puertorriqueño Willie Colón con quien llega a grabar, “Metiendo Mano”, (1977), “Siembra”, (1978), “Maestra Vida” (1980), “Canciones del Solar de los Aburridos”, (1981) y “The Las Fight”, (1982).
Crea luego la agrupación los Seis del Solar (1983), en donde adapta la crítica social a la música, especialmente de nuestra América Latina. Surge entonces, “Buscando América”, (1984), “Escenas”, (1986), y “Agua de Luna”, (1987), este último basado en los cuentos de García Márquez.
Muchos otros éxitos alumbrarán la carrera del cantautor panameños, pero es la crónica urbana la que lo definirá, camino muy poco andado por otros autores. Las diatribas a la situación del diario vivir en las grandes ciudades como Nueva York, más que un hecho descrito en forma brutal, representa una crítica al sistema.
De igual forma las diversas composiciones para representar la situación social imperante en América, la desapariciones forzadas, (…Y dónde están los desaparecidos…), los golpes de estado o la desigualdades sociales, (Buscando América), o la situación por la cual padece las familias, en cualquier parte del mundo, (Amor y control), son solo parte de su repertorio que dieron mucho de qué hablar.

Los Grammy de Rubén Blades

Dentro de los premios discográficos mundiales, existen los premios Grammy, en donde hay una sección dedicada a la música latina y Rubén Blades se ha hecho acreedor a siete de ellos durante su carrera como artista, aunque en su página oficial se reportan que son nueve.
Escena”, en 1985 le da su primer Grammy, luego con “Antecedentes”, en 1988 obtiene el segundo, “La Rosa de los Vientos”, recibe, en 1996 su tercer premio, mientras que “Tiempos”, en 1999, le da su cuarto premio.
En el año 2002, graba “Mundo”, con el cual le otorgan el quinto Grammy, y en el año 2004, con “Across 110th Street”, gana su sexto premio, en el 2010 es galardonado nuevamente por su producción, “Cantares del Subdesarrollo”, siendo este el séptimo, el cual fue grabado en el 2003 en el garaje de su casa en los Estados Unidos. Con Calle 13 recibe otro galardón de la academia como el Mejor Video Musical, Versión Corta titulado “La Perla”.
Además de estos premios ha recibido el premio Ascap Harry Chapin Humanitarian Award, (2011) otorgado a líderes en la lucha contra el hambre y la pobreza, también lo ha distinguido con el premio “My Hero”, la organización Aid for Aids, que combate el VIH y el SIDA por su labor de crear conciencia frente a esta enfermedad. Sería interminable las registrar aquí las diversas distinciones y premios otorgados y ganados por este polifacético artista panameño.

Rubén Blades el artista de cine

Aunque no ha trabajado en películas taquilleras, el cantante panameño muestra una inclinación hacia este género, y por ello ha participado en unas 30 películas y unos 10 programas de televisión, en papeles muy poco relevantes, algunas de estas películas fueron, “Crossover Dreams”, 1985, “The Milagro Beanfield Ward”, 1988, “All the Pretty Horse”, 2000 y “Once Upon a Time in Mexico”, 2003.
En el año, 2011, retornó a Panamá donde hizo un concierto, exclusivo en una discoteca de la localidad, “Único e irrepetible”, como se le llamó, el cual le sirvió para reunir material fonográfico y fílmico para sus futuras producciones en que se encuentra empeñado, entre ellos la grabación de un disco con música de bolero y otro donde predominará el tango.

Una araña llamada Rubén Blades

Una nueva especie de tarántula fue descubierta por el Instituto Smithsonian en Panamá el cual la nombró “Ami bladesi” en honor al cantautor Rubén Blades. La nueva especie de tarántula tiene el color rosado y fue encontrada en la provincia de Bocas del Toro, en Panamá y fue descubierta por el científico estadounidense Ray Gabriel.
El honor otorgado por este instituto de investigación científica norteamericana se suma a la serie de importantes premios y distinciones que ha recibido el músico y actor panameño. Su carrera de artista parece que está teniendo un gran repunte en cuanto a creaciones musicales, puesto que sus diversos compromisos lo mantendrán ocupado por mucho tiempo.



Mariano Rivera el gran cerrador de todos los tiempos

Más de 45 mil personas estaban a la expectativa en el Yanqui Stadium la noche del 19 de septiembre del 2011 cuando Mariano Rivera salió al montículo para romper la marca de los 601 juegos salvados, superando así a Trevor Hoffman, quien hasta ese momento era el que encabezaba las estadísticas. Sin embargo, dos años después (2013) ese record está quedando atrás, 616 salvados, más 76 ganados, 58 derrotas y con una efectividad de 2.21, después de 19 temporadas con los Yankees.
Durante la pasada postempordas obtuvo ocho victorias. Un juego perdido, 0.90 de efectividad y 42 salvados. Es decir, en total, 660 juego salvados. A sus 43 años de edad  y en su último año de carrera, Rivera acumula 17 rescates en 17 oportunidades, hasta el momento.

El mejor cerrador de las Grandes Ligas

Mariano Rivera rompió la marca de los 601 dejando el marcador en 603 juegos salvados al concluir la temporada en el año 2011. El mánager de los Yanquis de Nueva York, Joe Girardi, calificó la hazaña de este pelotero panameño como un deportista que “entrega su corazón y alma, y que siempre está preparado para lanzar”.
Entre los mejores salvadores de la historia del beisbol de las Grandes Ligas, además de Mariano Rivera, están Trevor Hoffman quien se retiró con 601 juegos salvados, le sigue Lee Smith con 478, y John Franco con 424, entre otros que se han distinguido en este deporte. Hoffman en su cuenta de facebook felicitó la hazaña del lanzador de los Yankee, augurando mayores triunfos.
Mariano Rivera nació el 29 de noviembre de 1969, en Puerto Caimito, La Chorrera, un distrito al oeste de la ciudad de Panamá, y su mayor afición de pequeño era jugar a la pelota. En este lugar los niños se las ingenian haciendo guantes de cartón y bolas, forradas con retazos de redes de pescar, ya que es un poblado de pescadores. Desde su incorporación al equipo juvenil del distrito, fue captado por uno de los busca talentos de este equipo de los Yanquis, Carlos Heron quien lo somete a una prueba, en 1990, haciendo un buen tiro a la inicial pero fallando en la carrera por lo que fue rechazado.
Más tarde, ese mismo buscador de talentos es informado de la existencia de un lanzador con enormes posibilidades, y lo manda a buscar, percatándose de que era Mariano nuevamente, y debido a la insistencia de sus compañeros es aceptado para otra prueba siendo contratado para ingresar al equipo, el 17 de febrero de 1990, a los 20 años.
Cinco años después, en 1995, el 23 de mayo comienza su carrera como abridor de los Yanquis de Nueva York. Su primer juego solamente duró tres entradas y media. Perdió 10 carreras a cero contra los Angelinos de California, antes de convertirse en el primer torpedero del mundo. Joe Girardi declaró además sobre el récord de juegos salvados por Mariano que “es una cifra que no considero se pueda sobrepasar en nuestra época”.

Mariano Rivera en cifras

Luego de dos años como abridor, sus mánager se percataron que su mejor lugar era de “apaga fuego”, y desde entonces se ha destacado siendo líder en el renglón de juegos salvados en tres ocasiones, 1999 (45), en 2001 (50) y en el 2004 (53), acumulando al momento de romper el record, unos 603 juegos salvados en 17 temporadas, todas con los Yanquis de Nueva York.
Al romper la marca, Rivera había retirado a tres bateadores en la novena entrada cuyo triunfo ante los Mellizos, 6 a 4 le otorgaba el galardón de mejor cerrador en la serie mundial. Ese año Rivera acumuló 43 rescates, con un triunfo, dos reveses, 59 entradas lanzadas y 2,01 de efectividad haciendo que los yanquis ocuparan el primer lugar en la División Este de la Liga Americana.
Durante todo el tiempo que le ha dedicado a los Yanquis de Nueva York, Mariano Rivera ha sido testigo del triunfo de su equipo en las Series Mundiales de los años 1996, 1998, 1999, 2000, y 2009, obteniendo cinco anillos como campeones, y ha sido elegido 12 veces en el Juego de Las Estrellas como un jugador fuera de serie.
Mariano no se ha salvado de apodos, al contrario muchos lo conocen como “apaga fuego”, “sandman”, “mo”, “apaga y vámonos”, debido a su arte de finalizar un intrincado juego, donde con solo verlo salir los aficionados saben que hasta ahí llegó el esparcimiento, ya que es considerado como el dueño de la mejor recta cortada de toda la historia, el “cutter”, un efecto que hace la bola al ser lanzada en forma lateral haciendo un movimiento dentro o fuera, unos centímetros del “home”, a una velocidad de 91-92 mph. Rivera tiene un record en 1,209 entradas de 75-57 con una efectividad de 2.22.
Para él decir que es el mejor cerrador de todos los tiempos, es imposible, pues no acepta esta designación. “Jamás podré decir semejante cosa”, argumentó en unas de sus entrevistas, además ha dicho que como latinoamericano se siente orgulloso de pertenecer a una franquicia como la de los Yanquis de Nueva York.
Pero si algo es cierto, a futuro puede ser considerado merecedor de estar en el Salón de la Fama de las Grandes Ligas, en Cooperstown (Nueva York), pero para ello tiene retirarse para luego ser candidato, y así poder entrar en este selecto grupo, en donde el panameño, Rod Carew, lo está esperando desde 1991, cuando entró con el uniforme de los Mellizos de Minnesota, lugar donde hay muy pocos hispanos.
                A sus 43 años sigue siendo uno de los lanzadores más respetado a la hora de enfrentar a su oponente en el montículo con su clásica camiseta con el número 42, y será el último en usarlo. Un detalle sobre este número es que fue retirado en el año 1997, en la conmoración del cincuenta aniversario del jugador Jackie Robinson camiseta que lució el famoso número y que representa el día que Robinson rompió la barrera del racismo en el beisbol. En el estadio de Citi Field hay una escultura en su honor y ahí Mariano Rivera recibió uno de los tantos homenajes a su carrera deportiva.

                Sobre su retiro de las grandes ligas Mariano Rivera ha dicho que no hay marcha atrás. En el 2012 tuvo que estar fuera de las canchas debido a la lección de la rodilla, pero este año 2013, su record sigue su marcha ascendente. 

viernes, 23 de agosto de 2013

Un sombrero llamado Panamá

Cada país tiene un sombrero que lo distingue frente al resto de los demás países y que en muchos casos son utilizados como una prenda de vestir. Así encontramos los sombreros “vaqueros” de los Estados Unidos, los que usan los mariachis mejicanos, o los “vueltiao” ,colombianos, y también existen un sin fin de formas y colores para las diversas ocasiones y profesiones en todo el mundo.
En Panamá los hay desde los que emplean las etnias indígenas, negras, y los utilizados por los campesinos santeños, unos de ellos considerados como símbolo del país debido a la popularidad que han alcanzado a través de los tiempos.
En la provincia de Coclé existen los llamados sombreros pintados, confeccionados por artesanos panameños, y que son muy cotizados tanto por nacionales como por los visitantes extranjeros. Pero hay uno que es muy famoso en el mundo, es el llamado “Panamá” o “Panama hat”, el cual no es originario de este país, sino que es hechos en el Ecuador.

Los sombreros pintados de Panamá

En la confección de los sombreros panameños se utilizan distintos materiales, como la bellota (Cardulovica palmata), el junco (Cyperus simplex), la chonta (Astrocaryum sp.), la pita (Aechmea magdalanae) y el chisná (Arrabidea chica), trabajo realizado totalmente a mano, siendo una prenda de vestir o de trabajo muy en boga.
De acuerdo al estilo y diseño existen varios tipos de sombreros, el “Pinta Mosquito” donde se resalta los puntos negros, el “Ñopito”, de color blanco, “El Junco” considerado muy resistente y el “Pinta’o”, el más cotizado y el “Veragüense”, de color negro. También hay sombreros que son fabricados en Veraguas y Chiriquí, utilizando en una u otra forma los mismos materiales.
El “Pinta‘o” demora cerca de un mes en su diseño donde se utilizan fibras vegetales extraídas de especies nativas. Su historia se remonta a mediados del siglo XIX en donde, según la tradición oral, ya existía en el Distrito de Penonomé, en la provincia de Coclé, un sitio muy prospero de venta de este artículo de trabajo.
Su nombre también es motivo de dudas, aun en este siglo XXI, ya que no se han puesto de acuerdo sobre si el mismo responde a las pintas que se les coloca a los sombreros o se refiere al lugar, La Pintada, uno de los sitios de procedencia.
Los consumidores expertos exigen a la hora de su compra que el sombrero lleve el talco viejo, debe ser blanco o muy blanco, y muy suave al tacto. Y los artesanos solo utilizan para esto, fibras muy finas las cuales son encargadas a personas que viven en lugares montañosos.
El artesano debe presentar un trabajo parejo, donde no debe distinguirse el lugar donde se añadieron las fibras a la crizneja (soga o pleita), o donde se unieron las criznejas. Un trabajo uniforme, con doces o dieciséis vueltas propios de un sombrero de lujo mientras que uno ordinario es elaborado, por lo general, con siete vueltas.
Su costo va desde los veinte a cientos de dólares según sea la calidad de la fibra y del trabajo que esta genere durante su hechura. Los que se fabrican en el Distrito de Ocú, provincia de Herrera son llamados “sombreros ocueños” que consisten en una pieza tejida con fibras de bellotas muy blancas con un borde de bellota negra.

Un sombrero llamado “Panamá”, que no es de Panamá

Los antiguos ecuatorianos descubrieron una planta indígena con finas fibras sedosas llamada paja toquilla, perfecta para tejidos ligeros y porosos. Cuando llegaron los españoles en el siglo XVI, observaron que los nativos usaban “capuchas” etéreas y translucidas para protegerse del sol tropical.
Dice la leyenda que el material les parecía tan del otro mundo que pensaron que era piel de vampiro, pero pronto lo adoptaron, y para el siglo XVII, tenían tejedores diestros de Jipijapa y Montecristi haciendo finos sombreros de paja para enviar a Europa.
A principio de 1830, se abrió una fábrica de sombreros en Cuenca, Ecuador y el empresario Manuel Alfaro comenzó a exportarlos hacia Panamá. Fue el hijo de Manuel Eloy Alfaro,
posteriormente presidente de este país por dos periodos, quien con las ganancias de la venta de los sombreros, en Panamá, pudo financiar su presencia en el Ecuador.

El “Panama hat”

El sombrero “Panamá”, fue exhibido en la Exposición Universal de París en 1855, sitio donde se dio a conocer lo último de la moda europea y en donde se le llamó “panamas”, por el lugar donde se embarcaban. Durante la fiebre del oro de California, los “forty-niners” adquirieron miles de estos sombreros en su viaje por Panamá.
El gobierno de Estados Unidos hizo un pedido de cincuenta mil a comerciantes panameños para las tropas durante la guerra con España. Más tarde, los trabajadores del canal lo usaron en sus faenas y el Presidente Theodore Roosevelt a su paso por Panamá también lo utilizó.
El “Panama hat” jugó un rol marcados por la elite de la moda internacional, mientras que la realeza europeas, estrellas de cine y gánsteres famosos se han dejado llevar por su elegancia. Greta Garbo favoreció este estilo exótico, Clark Gable, Humphrey Bogart, Charlie Chan y Winston Churchill ostentaron “Panama hat”, y celebridades como Madonna y Justin Timberlake, también lo han utilizado en sus diversas actuaciones.


Los sombreros seguirán siendo utilizados en todo el mundo debido a su necesidad para una fiesta, cubrirse frente a las inclemencias del tiempo, el sol, la lluvia, trabajo o profesión, y por la moda que hace de esta prenda de vestir un artículo necesario a tener en nuestros roperos. A su paso por Panamá no olvide de llevar su “Panama Hat”.